Como taller de chapa y pintura en Bilbao con servicios especializadosqueremos, en esta nueva entrada de nuestro blog, recordarte que el acero de la carrocería es un material de gran ductilidad y resistencia pero que también es muy vulnerable a los efectos de la corrosión. No es sino un proceso químico dado por el impacto del agua y el oxígeno que, al entrar en contacto con la carrocería, corroe y destruye de forma paulatina la chapa, sobre todo si hablamos de coches antiguos en los que los materiales para su fabricación distan mucho de los que se utilizan hoy en día.

En nuestro taller te insistimos en que existen otros factores ambientales que pueden llegar a agravar la situación. Hablamos por ejemplo del salitre de la costa o del humo que impera en el ambiente de las zonas industriales. Por eso hay que cuidar la carrocería y procurar que no disminuyan las propiedades mecánicas y físicas de la chapa, un elemento esencial que nos protegerá ante una eventual colisión. La protección anticorrosiva ha de ser la adecuada desde el momento mismo de la fabricación del vehículo y a lo largo de su vida útil. 

Las zonas soldadas han de ser las menos expuestas a las inclemencias del tiempo de forma que el polvo y la humedad no entren en las cavidades. De todos modos, como taller para reparar la carrocería de tu coche en Valladolid y con servicios de restauración de vehículos de todo tipo te recordamos que existen alternativas que pueden evitar la aparición del óxido en tu carrocería. Por ejemplo, no usar acero y recurrir a otro material que sea resistente a la corrosión o colocar revestimientos metálicos como protección ante las agresiones externas de las que hablábamos antes. 

Si quieres saber más acerca de este u otros temas que tengan que ver con el cuidado y mantenimiento de tu vehículo, antiguo o no, contacta con nosotros en Ruizar.